¿Es aconsejable comprar acciones solo por su dividendo?
¿Es aconsejable comprar acciones solo por su dividendo?
El reparto de dividendos es un tema crucial en la inversión. Exploramos las ventajas de los dividendos, como la estabilidad y rentabilidad, así como las razones por las que algunas empresas no los pagan. Analiza cómo esta estrategia puede influir en tus decisiones y objetivos.
¿Cómo influyen los dividendos en la decisión de comprar acciones?
Al comprar acciones al contado en Perú, existen dos formas de ganar dinero: por plusvalía o por dividendos. Cuando una empresa tiene grandes proyecciones de crecimiento, los inversionistas aplican la estrategia de comprar y mantener, para obtener ganancias por el precio de la acción en el futuro. Pero para quienes buscan generar ingresos pasivos, los dividendos son la estrategia más utilizada.
Conocer la influencia de los dividendos al comprar acciones ayuda a evaluar si esta estrategia conviene según tus objetivos financieros y horizonte de inversión.
¿Por qué se reparten dividendos?
En la Bolsa de Valores, los inversionistas pueden obtener rentabilidad por revalorización o mediante dividendos. Mientras la primera depende de la subida del precio de las acciones, la segunda genera ingresos periódicos, sin importar los movimientos diarios del mercado.
Los dividendos son una porción de las utilidades que una empresa decide distribuir entre sus accionistas en lugar de reinvertirlas. Cuantos más beneficios registre una compañía, mayor será el dividendo entregado.
Las empresas pueden utilizar los dividendos para dar rentabilidad a los inversores a corto plazo, incentivándolos a seguir invertidos. Pero para que una empresa comparta beneficios con los inversores, debe tener realmente beneficios que repartir.
Además, una empresa distribuye dividendos porque retribuir al accionista es una de las formas de maximizar utilidades.
¿Cuál es la influencia de los dividendos al comprar acciones?
La influencia de los dividendos al comprar acciones se observa tanto en el comportamiento del precio como en la percepción de los inversionistas. Cuando una empresa anuncia el pago de dividendos, suele generar dos efectos: un ajuste temporal en la cotización y un aumento del interés inversor.
1. Impacto sobre la cotización En la fecha ex-dividendo, el precio de la acción tiende a caer aproximadamente en la misma proporción del dividendo repartido. Esto ocurre porque el valor del efectivo sale de la empresa, reduciendo su valor contable. Sin embargo, este descenso no implica una pérdida real: el dinero pasa al accionista como pago.
💡Ejemplo práctico: si una acción cotiza a S/10 y reparte un dividendo de S/0.30, al día siguiente podría abrir a S/9.70. El inversionista, no obstante, mantiene el valor total entre el precio ajustado y el efectivo recibido.
2. Señal de solidez y atracción Un historial de dividendos crecientes suele interpretarse como señal de solidez financiera, atrayendo inversionistas que priorizan estabilidad. En cambio, empresas jóvenes o tecnológicas —como Tesla o Alphabet (GOOG)— prefieren reinvertir sus utilidades para crecer, sin repartir dividendos.
3. Influencia psicológica en el inversor El pago de dividendos aporta seguridad emocional en momentos de volatilidad. Saber que se recibirá un flujo constante puede ayudar a mantener la inversión durante caídas temporales del mercado. Por ello, muchos portafolios en la BVL incluyen acciones con rendimiento por dividendo sostenido, como las de sectores energía o servicios.
Los dividendos influyen directamente en la decisión de compra de acciones al reflejar estabilidad y disciplina financiera, pero también implican sacrificar parte del potencial de crecimiento futuro.
¿Por qué hay empresas que no pagan dividendos?
Debemos saber que no todas las empresas pagan dividendos. ¿Por qué hay empresas que deciden no repartir dividendos? Puede deberse a distintas razones, como su tamaño, el desarrollo de nuevos productos, o el sector en el que estén. Sin embargo, fundamentalmente el hecho de que una empresa no reparta dividendos se debe a varias razones estratégicas:
Reinversión en el negocio: empresas en fase de crecimiento suelen preferir reinvertir sus beneficios para expandir sus operaciones.
Volatilidad en los ingresos: empresas con ingresos fluctuantes pueden optar por no comprometerse con pagos de dividendos regulares.
Estrategia de adquisición: algunas compañías prefieren utilizar sus ganancias para financiar adquisiciones que pueden generar mayor valor a largo plazo para los accionistas.
En este caso, la recompensa para los accionistas es la revalorización en el precio de las acciones.
Esto pasa con frecuencia con acciones tecnológicas. Por ejemplo, al invertir en acciones de Amazon (AMZN), Tesla (TSLA) o Alphabet (GOOG), el inversor no va a recibir dividendos, pero podría ganar con la revalorización en el precio de las acciones, ya que estas empresas reinvierten todos sus beneficios en mejorar la empresa. Si consiguen crecer y ocupar una mayor cuota de mercado, sus acciones valdrán más en la bolsa, recompensando así a los inversores.
También existen empresas que, en vez de repartir beneficios a los inversores, optan por la recompra de acciones. Con esta operación, los accionistas que no vendan tendrán un mayor porcentaje de la empresa en el futuro y los beneficios por acción serán mayores.
Argumentos a favor y en contra de repartir dividendos
La decisión de una empresa de repartir dividendos puede tener tanto ventajas como desventajas, y es un tema de considerable debate entre los inversores. A continuación, exploraremos los argumentos a favor y en contra del reparto de dividendos.
Argumentos a favor de repartir dividendos
Como hemos visto, el reparto de dividendos no sigue ningún estándar común y cada empresa es libre de utilizar su efectivo para reinvertir o para repartir beneficios. Muchos inversores ven la estrategia de inversión en base a los dividendos como una alternativa más segura que tan solo esperar la revalorización de la acción. Además, los inversores pueden tener la libertad de poder elegir qué hacer con la liquidez obtenida y asignarla en nuevas oportunidades que consideren más atractivas. Algunos de los argumentos a favor del reparto de dividendos son:
1. Los dividendos como fuente de rentabilidad
La mayoría de los inversores que viven hoy en día hemos conocido un mercado en el que la revalorización de las acciones ha dado la mayor parte de la rentabilidad. Sin embargo, en épocas en las que las bolsas se han mantenido planas, la rentabilidad por dividendo ha sido la fuente principal de ganancias. Desde 1930 hasta 2017, los dividendos representaron alrededor del 42% de la rentabilidad total del índice S&P 500, según Hartford Funds.
2. Las acciones de crecimiento de dividendos han superado a la Bolsa
Aunque pueda parecer contrario a la intuición, las empresas que pagan y aumentan sus dividendos de forma constante han superado históricamente a las acciones que no pagan dividendos.
Acciones con dividendos crecientes superan la bolsa
3. Una estrategia de inversión en dividendos crecientes puede evitar errores
El mayor enemigo de la rentabilidad en la bolsa a largo plazo son las emociones humanas. Invirtiendo en empresas o ETF enfocados en empresas de calidad, con paciencia y sin vender en los peores momentos, los inversores pueden obtener mejores resultados a largo plazo. En este sentido, los pagos de dividendos ayudan psicológicamente en los momentos en los que los mercados pasan por un periodo complicado.
Argumentos en contra de repartir dividendos
¿Por qué hay empresas que no pagan dividendos? Muchas compañías se encuentran en mercados cuyo crecimiento es tan elevado que no pueden permitirse descapitalizarse repartiendo dividendos a sus accionistas, ya que tienen que afrontar grandes inversiones. Esta reinversión la llevan a cabo con la finalidad de no quedarse atrás con respecto a sus competidores e ir creciendo año a año para poder ir generando valor para el accionista.
En muchas ocasiones, se suele decir que esto es una ventaja, ya que los accionistas son capaces de recuperar su inversión si lo desean, vendiendo algunas de las acciones de manera que obtengan un rendimiento periódico (como un auto dividendo), pero no están obligados a reinvertir el dividendo, pagando impuestos y costes extra. Veamos algunos de los argumentos en contra del reparto de dividendos:
1. Los dividendos no son dinero gratis
Cuando una empresa paga un dividendo, el valor de este se descuenta del precio de la acción. Si la empresa "A" paga 50 millones de euros en dividendos a sus accionistas, el valor de la empresa disminuye en 50 millones. Aunque el impacto real de esto en la rentabilidad suele ser un debate común entre los inversores a favor y en contra de los dividendos, el descuento del dividendo del precio de la acción es un hecho indiscutible.
2. Los dividendos no son eficientes desde el punto de vista fiscal
Uno de los puntos en contra de los dividendos es el pago de impuestos. Cada vez que recibamos un dividendo, tendremos que pasar por la SUNAT, nos guste o no. Por el contrario, si una empresa no reparte dividendos y reinvierte el beneficio, podemos beneficiarnos del interés compuesto y tan solo vender cuando lo necesitemos.
3. Menos diversificación
El número de empresas del mercado mundial que pagan dividendos ha ido disminuyendo durante las últimas décadas. Esto significa que nuestro círculo de inversión, si solo invertimos en este tipo de empresas, se está reduciendo, afectando a la diversificación de la cartera.
En 1991, el 71% de las acciones mundiales pagaban dividendos. En 2012, solo el 61% de las acciones mundiales pagaban dividendos.
Cada vez menos empresas reparten dividendos
¿Qué papel tiene la influencia de los dividendos al comprar acciones en la estrategia del inversor?
En el mercado peruano, las acciones que reparten dividendos suelen ser preferidas por quienes buscan ingresos pasivos y estabilidad. Sin embargo, basar una decisión de inversión únicamente en este factor puede limitar el potencial de crecimiento del portafolio.
Una empresa puede suspender sus dividendos si necesita preservar liquidez o financiar expansión, lo cual no necesariamente indica debilidad, sino una visión estratégica de largo plazo. Por el contrario, mantener una política de dividendos constante puede transmitir confianza y disciplina financiera, especialmente en entornos de incertidumbre.
En definitiva, comprender la influencia de los dividendos al comprar acciones ayuda a los inversionistas peruanos a equilibrar rentabilidad y proyección futura, construyendo carteras más sólidas y coherentes con su perfil de riesgo y horizonte de inversión.